lunes, 26 de enero de 2009

Taras Bulba - Nicolai Gogol


"Ambientada en el siglo XVI, Tarás Bulba es la epopeya, tan breve como bella, de los cosacos del Dniéper y de la heroica lucha que durante varios siglos sostuvo el pueblo ucraniano para conservar su independencia nacional. Con un acento entre lírico y nostálgico, con una entonación épica y esas vastas metáforas que recuerdan a los poetas de la antigüedad clásica..."


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miércoles, 21 de enero de 2009

La interpretación de los sueños - Sigmund Freud



"Los sueños han sido siempre interpretados como cosa corriente, de los cuales hay diversos problemas todavía inexplicables. El más interesante es la significación de los sueños que puede dividirse en dos: la significación psíquica del acto de soñar y la de sí los sueños pueden interpretarse".

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viernes, 9 de enero de 2009

Mis 60 memorables partidas - Bobby Fisher



"Todas las partidas presentadas a continuación tienen para mí algo memorable y emocionante, incluso las tres derrotas. He tratado de ser muy sincero y muy preciso en mis explicaciones, con la esperanza de que permitan un conocimiento más profundo del ajedrez que lleve a una mayor comprensión y a un mejor desempeño en el tablero."

Robert J. Fisher
New York City



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martes, 6 de enero de 2009

Las mil y una noches - Anónimo



Una vez que vieron cuanto había en la caverna, llenaron de oro y pedrería tres sacos grandes que habían


llevado con ellos y, volviendo sobre sus pasos, después de pronunciar la fórmula de apertura, salieron de la cueva.


Dese entonces vivieron con tranquilidad, usando con moderación y prudencia las riquezas que les había


otorgado el Generoso, que.es el único grande. Así es como Alí Babá, el leñador propietario de tres asnos


por toda fortuna, llegó a ser, gracias a su destino, el hombre más rico y respetado de su ciudad natal.


¡Gracias a Aquel que da sin medida a los humildes de la tierra! He aquí, ¡oh rey afortunado! -continuó


diciendo Schahrazada-; lo que sé de la historia de Alí Babá y los cuarenta ladrones, pero ¡más sabio es Alah!


El rey Schahriar dijo:


-Ciertamente, Schahrazada, que ésta es una historia asombrosa, pues la joven Morgana no tiene par entre


las mujeres de hoy. Bien lo sé yo, que me vi obligado a cortar la cabeza de todas las desvergonzadas de mi palacio.

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Carta a su Padre - Franz Kafka

Querido padre:

"Me preguntaste una vez por qué afirmaba yo que te tengo miedo.

Como de costumbre, no supe qué contestar, en parte, justamente por el

miedo que te tengo, y en parte porque en los fundamentos de ese miedo

entran demasiados detalles como para que pueda mantenerlos reunidos

en el curso de una conversación. Y, aunque intente ahora contestarte

por escrito, mi respuesta será, no obstante, muy incomprensible, porque

también al escribir el miedo y sus consecuencias me inhiben ante

ti, y porque la magnitud del tema excede mi memoria y mi entendimiento."


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Carta a su Padre - Franz Kafka

lunes, 5 de enero de 2009

El Decamerón - Giovanni Bocaccio

" Y estando las cosas de los longobardos prósperas y en paz, por la virtud y el juicio de este rey Agilulfo, ocurrió que un palafrenero de la reina, hombre de vilísima condición por su nacimiento pero, por otras cosas mucho mejor de lo que correspondía a tan vil oficio, y tan alto y hermoso como el rey, se enamoró desmedidamente de la reina. Y como su bajo estado no le impedía conocer la inconveniencia de esta amor, a nadie lo declaraba, como sabio ni aún a ella se atrevía a descubrirlo con los ojos. Y aunque vivía sin ninguna esperanza de agradarle nunca, se gloriaba consigo mismo de haber puesto sus pensamientos en tan alta parte; y como ardía todo en amoroso fuego, hacía más diligentemente que ninguno de sus compañeros todas las cosas que podían agradar a la reina. Por lo cual, sucedía que, cuando la reina quería cabalgar, montaba con más gusto el palafrén cuidado por éste que por ningún otro; cuando eso ocurría, éste lo reputaba grandísimo favor y no se apartaba del estribo, teniéndose por feliz si podía tocarle las ropas. "

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domingo, 4 de enero de 2009

Parque Jurásico - Michael Crichton



Uno de los directores se inclinó hacia delante y dijo:


—Doctor Dodgson, ¿y con eso, qué?


—No es un zoológico común y corriente —dijo Dodgson—. Este zoológico es único en


todo el mundo. Parece ser que «InGen» hizo algo bastante extraordinario: se las


arreglaron para clonar animales extintos del pasado.


—¿Qué animales?


—Animales que salen de huevos y necesitan mucho lugar en un zoológico.


—¿Qué animales?


—Dinosaurios. Están haciendo clones de dinosaurios.


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Parque Jurásico - Michael Crichton

viernes, 2 de enero de 2009

Romeo y Julieta - William Shakespeare

ROMEO

¡Habla! -¡Oh! ¡Prosigue hablando, ángel resplandeciente! Pues al

alzar, para verte, la mirada, tan radiosa me apareces, como un

celeste y alado mensajero a la atónita vista de los mortales, que, con

ojos elevados al Cielo, se inclinan hacia atrás para contemplarme,

cuando a trechos franquea el curso de las perezosas nubes y boga

en el seno del ambiente.


JULIETA


¡Oh, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo? Renuncia a tu padre,

abjura tu nombre; o, si no quieres esto, jura solamente amarme y ceso

de ser una Capuleto.


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Romeo y Julieta - William Shakespeare

jueves, 1 de enero de 2009

Antes del edén - Arthur C. Clarke


Me parece –dijo Jerry Garfield parando los motores – que éste es el final de la línea.


Con un leve suspiro, la eyección del chorro cesó gradualmente. Privado de su colchón de aire, el vehículo explorador Pecio Vagabundo se posó sobre las retorcidas rocas de la Meseta Hesperiana.


Delante no había camino alguno; ni con sus eyectores a chorro ni con su tractor podía el S-5 –para dar al Pecio su nombre oficial – escalar la escarpadura que tenía enfrente. El Polo Sur de Venus estaba sólo a treinta millas, pero igual podría haber estado en otro planeta. No quedaba otra solución que volver atrás y desandar el camino de cuatrocientas millas hecho a través de aquel paisaje de pesadilla.


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Antes del edén - Arthur C. Clarke

Siddharta - Hermann Hesse


Siddharta, el agraciado hijo del brahmán, el joven halcón, creció junto a su amigo Govinda al lado de la sombra de la casa, con el sol de la orilla del río, junto a las barcas, en lo umbrío del bosque de sauces y de higueras. EI sol bronceaba sus hombros brillantes al borde del río, en el baño, en las abluciones sagradas, en los sacrificios religiosos.

La sombra se adentraba por sus negros ojos en el boscaje de mangos, en los juegos de los niños, en el canto de su madre, en los sacrificios religiosos, en las enseñanzas de su padre y sus maestros, en la conversación de los sabios. Ya hacía mucho tiempo que Siddharta participaba en las conferencias de los sabios. Con Govinda se entrenaba en las lides de Ja palabra, en el arte de la contemplación, de saber ensimismarse. Ya podía pronunciar quedamente el Om la palabra por excelencia. Había conseguido decirlo en silencio, aspirando hacia adentro; aprendió a enunciarlo calladamente, aspirando hacia afuera, concentrando su alma y con la frente envuelta en el brillo de la inteligencia. Ya sabía entender el interior de su atman indestructible en el mundo material.


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Siddharta - Hermann Hesse