martes, 25 de septiembre de 2007

Mi lucha - Adolf Hitler


Considero una predestinación feliz haber nacido en la pequeña ciudad de Braunau sobre el
Inn; Braunau, situada precisamente en la frontera de esos dos Estados alemanes, cuya fusión se nos
presenta – por lo menos a nosotros los jóvenes – como un cometido vital que bien merece realizarse
a todo trance.
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El Lazarillo de Tormes - Anónimo


Pues sepa V.M. ante todas cosas que a mi llaman Lázaro de Tormes, hijo de
Tomé González y de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi
nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tome el sobrenombre, y fue
desta manera. Mi padre, que Dios perdone, tenía cargo de proveer una molienda
de una acena, que esta ribera de aquel río, en la cual fue molinero mas de quince
anos; y estando mi madre una noche en la aceña, preñada de mí, tomóle el parto y
parióme allí: de manera que con verdad puedo decir nacido en el río.


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El libro de la sabiduría - Ahmad Ibn Ata'Illah


8. Si Allah te abre una senda al conocimiento
¿qué importa que tus obras sean mínimas?
La senda, sólo la ha abierto para darse a conocer por ti.
¿Acaso ignoras que el conocimiento es Su don
y las obras tu ofrenda?
¿Qué medida común puede existir entre lo que El te da
y las ofrendas que tú Le haces?


Aguas primaverales - Ivan Turgeniev


A eso de la una de la madrugada regresó a su gabinete
de trabajo, despidió al criado que había encendido
las velas, y sentándose en una butaca junto
al fuego cubrióse, el rostro con las manos.
Nunca había sentido tal desfallecimiento físico y
moral. Había pasado la velada con amables damas e
inteligentes caballeros. Muchas de aquellas damas
eran bonitas; la mayor parte de los caballeros distinguíanse
por el talento y el ingenio; él mismo se había
mostrado en la conversación interlocutor
agradable y hasta brillante... y, a pesar de todo, nunca
se había visto tan irresistiblemente acometido y
opreso por aquel taedium vitae de que hablaban ya
los antiguos romanos


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Aguas primaverales - Ivan Turgeneiv

El amor en los tiempos del cólera - Gabriel García Marquez



Desde que se proclamó el bando del cólera, en el alcázar de la guarnición local se
disparó un cañonazo cada cuarto de hora, de día y de noche, de acuerdo con la
superstición cívica de que la pólvora purificaba el ambiente. El cólera fue mucho más
encarnizado con la población negra, por ser la más numerosa y pobre, pero en realidad
no tuvo miramientos de colores ni linajes. Cesó de pronto como había empezado, y
nunca se conoció el número de sus estragos, no porque fuera imposible establecerlo, sino
porque una de nuestras virtudes más usuales era el pudor de las desgracias propias.



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viernes, 14 de septiembre de 2007

Las aventuras de Tom Bombadil - J. R. R. Tolkien



El viejo Tom Bombadil era un alegre sujeto;
De chaqueta azul brillante y botas amarillas;
Llevaba en su alto sombrero una pluma de ala de cisne.
Vivía bajo la colina, donde el Tornasauce
Corría desde su fuente herbosa hasta la cañada.


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Las aventuras del Capitán Alatriste - Arturo y Carlota Pérez - Reverte


–España –murmuró Curro Garrote.
Sonreía torcido, el aire canalla, y había pronunciado el nombre
entre dientes, como si lo escupiese.
–La vieja perra ingrata – añadió.
Se tocaba el brazo estropeado cual si de pronto le doliera,
o preguntándose para sus adentros en nombre de qué había
estado a punto de dejarlo, con el resto del pellejo, en el reducto
de Terheyden. Iba a decir algo más; pero Alatriste lo observó de
soslayo, el aire severo, la pupila penetrante y aquella nariz
aguileña sobre el mostacho que le daba el aspecto amenazador
de un halcón peligroso y seco.


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Del amor y otros demonios - Gabriel García Marquez

El maestro de obra me explicó sin asombro que el cabello
humano crecía un centímetro por mes hasta después de la
muerte, y veintidós metros le parecieron un buen promedio para
doscientos años. A mí, en cambio, no me pareció tan trivial,
porque mi abuela me contaba de niño la leyenda de una
marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una
cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el
mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe
por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la
suya fue mi noticia de aquel día, y el origen de este libro.

Gabriel García Márquez
Cartagena de Indias, 1994


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Como agua para chocolate - Laura Esquivel


Dicen que Tita era tan sensible que desde que estaba en el vientre de mi bisabuela lloraba
y lloraba cuando ésta picaba cebolla; su llanto era tan fuerte que Nacha, la cocinera de la
casa, que era medio sorda, lo escuchaba sin esforzarse. Un día los sollozos fueron tan fuertes
que provocaron que el parto se adelantara. Y sin que mi bisabuela pudiera decir ni pío, Tita
arribó a este mundo prematuramente, sobre la mesa de la cocina, entre los olores de una
sopa de fideos que estaba cocinando, los del tomillo, el laurel, el cilantro, el de la leche
hervida, el de los ajos y, por supuesto, el de la cebolla. Como se imaginarán, la consabida
nalgada no fue necesaria, pues Tita nació llorando de antemano, tal vez porque ella sabía
que su oráculo determinaba que en esta vida le estaba negado el matrimonio. Contaba Nacha
que Tita fue literalmente empujada a este mundo por un torrente impresionante de lágrimas
que se desbordaron sobre la mesa y el piso de la cocina.


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sábado, 8 de septiembre de 2007

El retorno del Rey - J. R. R. Tolkien



A! Elbereth Gilthoniel
silivren penna míriel
o menel aglar elenath,
Gilthoniel, A! Elbereth!
Aún recordamos, nosotros que vivimos
bajo los árboles en esta tierra lejana,
la luz de las estrellas
sobre los Mares de Occidente.



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Las Dos Torres - J. R. R. Tolkien



Aprended ahora la ciencia de las criaturas vivientes:
Nombrad primero los cuatro, los pueblos libres:
los más antiguos, los hijos de los Elfos;
el Enano que habita en moradas sombrías;
el Ent, nacido de la tierra, viejo como los montes;
el Hombre mortal, domador de caballos.



»Hm, hm, hm.
El castor que construye, el gamo que salta,
el oso aficionado a la miel, el jabalí que lucha,
el perro hambriento, la liebre temerosa...


»Hm, hm.
El águila en el aire, el buey en la pradera,
el ciervo de corona de cuerno, el halcón el más rápido,
el cisne el más blanco, la serpiente la más fría...


-¿Por qué no añadir otra línea? -dijo Pippin.
Los hobbits medianos, que habitan en agujeros.


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sábado, 1 de septiembre de 2007

Poesía completa - Charles Baudelaire



—"Contemplemos complacidos esta caricatura
Y esta sombra de Hamlet imitando su postura,
La mirada indecisa y los cabellos al viento.

¿No inspira gran piedad ver a este buen compañero,
Este vagabundo, este histrión vacante, este bribón,
Porque sabe desempeñar artísticamente su rol,
Empeñarse en atraer con la canción de sus dolores
Las águilas, los grillos, los arroyos y las flores,
Y hasta a nosotros, autores de estos viejos papeles,
Recitarnos aullando sus tiradas públicas?"
(Fragmento de "Las flores del mal")



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